Inventar el velero es inventar el naufragio

by Daniel Torres-Salinas

Esto me hizo pensar en como se han criticado los naufragios y descarrilamientos de la Bibliometría en los últimos años…

Leía hoy, mientras tomaba una caña y esperaba mi tapa de arroz con marisco, en «El País», en su página 29, de la edición impresa (22 de septiembre del 23) un artículo de opinión de Javier Salas. Aunque el contenido principal no viene al caso (era sobre la IA), comenzaba su reflexión con una cita de Paul Virilio: «Inventar el velero es inventar el naufragio. Inventar el tren es inventar el accidente ferroviario por descarrilamiento«. El autor abordaba las consecuencias imprevistas, y generalmente negativas, de los avances tecnológicos. De la misma manera se podría inferir que cualquier desarrollo técnico puede tener repercusiones no anticipadas (o -) que, en mi opinión, podrían asociarse con un uso incorrecto o demasiado entusiasta por nuestra parte, es decir, por parte de las personas (seres humanos). Esto me hizo pensar en como se han criticado los naufragios y descarrilamientos de la Bibliometría en los últimos años, de una forma injusta ya que en realidad es un método bastante objetivo sin ideología inherente (como casi todos los números), la Bibliometria no es justa ni injusta, solo pueden tener esos atributos las personas que la utilizan o los comerciantes que la desvirtuan. Creo que son los usuarios, mejor, los torpes y poco informados domingueros de la Bibliometria, quienes la han descarrilado.

Son los negacionistas bibliométricos, que miran con espanto como la rueda bibliométrica sigue rodando después del accidente.

Creo que muchas personas que se ofenden y les castañean los dientes con los indicadores bibliométricos deberían dirigir sus críticas (y su rechinamiento) a los «manager» que hacen una aplicación indebida y desinformada, a los legisladores y políticos que la usan de manera excesivamente instrumental y a muchos investigadores que la ven como un mecanismo para engrandecerse e inflar sus culículos. En lugar de responsabilizar a estos actores, han optado por criticar algo tan impersonal como una técnica o método científico (véase como ejemplo esta hermosa prosopopeya bibliométrica), y por ende, a quienes promovemos buenas prácticas. Pienso que estas personas han identificado correctamente el problema o, al menos, han detectado que algo (más bien alguien) falla pero que, sin embargo, no han sido capaces de proponer soluciones (raro, verdad?). Lo que sí han hecho es encontrar culpables. Son los negacionistas bibliométricos, que miran con espanto como la rueda bibliométrica sigue rodando después del accidente. En fin, a ellos les dedicamos un texto que publicamos hace unas semanas y que volvemos a re-divulgar desde aquí: «Negacionismo Bibliométrico«.

Lo puedes leer en español y en inglés. No hay que tomárselo demasiado en serio, es un poco exagerado. Abrazos desde Granada.


🧠 Torres‐Salinas, D. (2023). Negacionismo bibliométrico. Anuario Think EPI. DOI: 10.3145/thinkepi.2023.e17a11. ♾️DESCARGAR♾️

‌🧠 Torres‐Salinas, D., Arroyo-Machado, W. & Robinson-García, N. (2023). Bibliometric denialism. Scientometrics, 128(9), 5357–5359. DOI: 10.1007/s11192-023-04787-2 ♾️DESCARGAR ♾️


«El negacionista», Los Planetas, 2021

Por Daniel Torres-Salinas

Profesor del Dpto. de Información y Comunicación en la Universidad de Granada, pierde el tiempo entre InfluScience y #yosigopublicando. Escribe artículos sobre Bibliometria Evaluativa.